Ya están aquí los días de sol y calor. Nos empezamos a desprender de capas de ropa; hacemos el famoso cambio de armario y sacamos las prendas más ligeras junto con las sandalias; nos reencontramos con el traje de baño y el bikini -un horror cuando aún estás pálida y blancuzca pero que como contrapartida, encierran la promesa de unos días junto al mar-; nos apetece enseñar más piel y nos sentimos más sexis.
Para multiplicar por dos esta sensación cada día, sal de casa con un maquillaje igualmente ligero pero lleno de luz y de vitalidad. Sólo sigue estos pasos, es sencillísimo y no te va a llevar mucho tiempo:
PASO UNO: Imprescindible, hidrata tu piel. Si utilizas una hidratante con color o una BB Cream, además conseguirás buen tono y un acabado muy natural.
PASO DOS: Extiende el iluminador por el párpado superior, justo bajo el arco de las cejas, y en la cuenca interna de los ojos. También puedes darte un toque en la frente, nariz y barbilla y en la parte alta de los pómulos, conseguirás un golpe de luz instantáneo en todo el rostro.
PASO TRES: Aplica colorete en crema -mandarina, albaricoque, coral- en las mejillas o utiliza unos polvos de sol. Estos últimos puedes usarlos también en la frente, la nariz y la barbilla pero con mucho cuidado, pon muy poco producto si no quieres terminar pareciendo un indio. Se trata de conseguir el efecto sun-kissed que tanto favorece aunque todavía no hayamos tomado el sol.
PASO CUATRO: Subraya la mirada con un eyeliner sólo sobre las pestañas superiores. Si más tarde, al salir de trabajar, quieres un efecto más profundo, puedes perfilar también el interior de los ojos e incluso las pestañas inferiores. ¿Por qué no pruebas con un eyeliner azul para iluminar aún más la mirada?
PASO CINCO: Ponte un poco de máscara de pestañas, hace milagros.
PASO SEIS: Un poco de gloss en los labios será suficiente para terminar. Y si te da tiempo, mejor un color vibrante, como el coral.
Sólo son unos minutos pero el resultado merece la pena: Fresco, sexy y saludable.
