Sé lo que estás pensando, querido amigo de La Macedonia: "¿Dejar salir mi lado femenino? Bueno, primero déjame buscarlo, que lo mismo yo no lo tengo... Y en el caso de que lo tuviese -sea lo que sea que signifique eso del lado femenino- ¿para qué iba a enseñároslo? ¿para convertirme en vuestro mejor amigo, el que os escucha durante horas hablar de otros? ¿El que se va siempre solo a la cama?
Ningún hombre quiere ser un Pagafantas. Normal, yo si fuera uno de ellos tampoco querría. Y creo que ese es uno de los temores que sobrevuela por sus cabezas cada vez que alguna mujer se lamenta de "lo raro que es encontrar un hombre que te escuche".
¿Tan malo es que él te ofrezca una solución a lo que te preocupa en vez de cogerte la mano mientras tú le das vueltas y más vueltas a lo mismo? De hecho, intentar solucionar tus problemas es su manera de demostrar su interés por ti. Pero algo así nunca se te ha pasado por la cabeza, porque tú, como mujer, lo ves de la siguiente forma: Para ti se trata de compartir tus sentimientos; pero él -¡mira que es insensible!- en lugar de asentir comprensivo en silencio a todo lo que tú dices, va y te suelta un consejo.
¿Que por qué tiene esa manía? Porque su cerebro está orientado a los resultados. Y el tuyo sin embargo, a la comunicación. Ahora eso sí, ni se te ocurra a ti aconsejarle a él acerca de nada, porque él es perfectamente capaz de resolver sus propios problemas.
¿Entonces?
Mi modo de ver todo este lío es que lo ideal sería que consiguiéramos no entrar en generalizaciones del tipo "Todos los hombres son iguales" o "¡Uf, mujeres, no hay quien las entienda!", sino vernos unos a otros sólo como individuos vulnerables llenos de contradicciones. Imperfectos.
Yo tengo una parte masculina que se manifiesta de diferentes formas. Por ejemplo, a mí no me gusta colgarme al teléfono a "charlar"; también tiendo a dar consejos y a buscar soluciones soluciones a los problemas de mis amigas. Y como a ellos, me horroriza la perspectiva de pasarme horas y horas escuchando a una mujer darle trescientas vueltas a un tema. Así que hay aspectos en los que no me cuesta nada ponerme en el lugar de los hombres.
No sé si todos llevan una drag dentro (¡¡¡¡¡¡¡¡). Pero sí sé que ellos, como nosotras, son vulnerables y sienten pavor a que les hagan daño. Si a esto le llamamos "su lado femenino", bueno, pues así sea. Aunque a mi modo de ver se trata simplemente de que también son seres humanos hechos de vísceras y sentimientos.
Eso sí; chicos por favor, intentad que no os pillemos mirándonos el escote de reojo mientras hablamos con vosotros. Haced un esfuerzo consciente por bajar la tapa del retrete. No cambiéis enloquecidamente de canal cuando vemos la tele. Y por favor, por favor,... cuando vayamos juntos a algún sitio y no sepáis cómo llegar, ¡¡¡preguntadle a alguien!!! O dejadnos preguntar a nosotras ;)
Para ellos: ¿Alguna vez te has sentido como un "pagafantas"?
¿Crees que estás en contacto con tu lado femenino?
Para ellas: ¿Te sacan de quicio sus "manías"? ¿Tienes un "lado masculino" identificado?
¿Te gustaría que él sacara su lado femenino y se pasease de drag por el barrio?
Fuente Fotos: Beautylish. com