Mr Big está saliendo del Hotel Plaza de Nueva York donde acaba de comprometerse con otra mujer. Ve a Carrie al otro lado de la calle y se acerca a saludarla. "¿Por qué no yo?" le pregunta Carrie. Mr Big responde "No lo sé... Se volvió todo tan complicado.... Y ella es tan,... tan..." Adorable, dulce y encantadora es lo que todas -al igual que Carrie- deducimos que él quiere decir al referirse a su nueva novia.
Este episodio de Sexo en Nueva York termina con una magnífica reflexión de Carrie: "Tal vez algunas mujeres sean indomables. Tal vez lo único que necesiten es correr libres hasta que al fin encuentren a alguien tan salvaje como ellas para correr juntos."
Carrie Bradshaw nunca llegó al extremo de teñirse el pelo de rosa -ni de ningún otro color- pero podría perfectamente haberlo hecho; llevarlo ondeando como una bandera sobre su cabeza mientras caminaba por las calles de Manhattan, símbolo de su inexistente docilidad y de su inconformismo.
Porque atreverse con el rosa, aún siendo este tono el más clásico representante de la ñoñería, se me antoja ahora -un momento en el que reina la búsqueda de la naturalidad y de mechas que "dulcifiquen" los rasgos- todo un acto de rebeldía. ¿Y si realmente lo es? Tal vez el cabello rosa que corona las cabezas de mujeres salvajes de todo el mundo les ayude a expresar sin palabras la propia individualidad; tal vez sea una advertencia de que pueden sacar los pies del tiesto en cualquier momento. Pero sobre todo, estoy convencida de que es la forma más directa de demostrar que les importa un comino lo que de ellas y de su aspecto puedan pensar los demás.
Los grandes gurús de la moda y del estilismo del cabello parecen haber detectado esta necesidad de rebeldía, de negarse a andar por el camino más transitado; quizás por eso ya esta primavera y verano hemos visto como modelos, actrices y cantantes se cambiaban al rosa.
El rosa parece que tiene intenciones de estar aquí para quedarse, por lo menos, una temporada más. Sorprendentemente, ha resultado ser un color muy versátil; puede darte un aire punkie, suave o muy urbano, dependiendo solamente de la elección de la ropa, los complementos y el maquillaje.
En cabellos largos, en medias melenas,... Más intenso o más candy. El rosa se hace a todas las medidas y a todas las actitudes posibles. Mira los siguientes ejemplos y terminarás por convencerte de que hay muchas maneras de llevarlo.
Aparentemente delicado o definitivamente rompedor, ya has visto que el rosa se adapta a lo que tú le pidas, permitiéndote cambiar de look tanto como tú desees. Si te decides, es importante que te pongas en manos de un buen colorista. Y también deberías tener en cuenta las directrices que él te dé para cuidar tanto del color -el objetivo aquí será evitar que se apague y pierda brillo- como de la fibra capilar, ya que tu cabello, en alguna medida, sufrirá por la decoloración.
No sé si este post nos ayudará a que veamos la vida de color de rosa, seguro que no. ¡Ojalá fuera así de fácil! Y tal vez por ello, porque vivimos tiempos que nos desafían cada día a tirar la toalla y dejarnos llevar por la desesperanza, puede que más de una mujer de espíritu indomable se decida por este tono como símbolo de su identidad luchadora.
Porque la verdad, entre tanto Mister Big que anda suelto por la vida y tanta prima de riesgo, dan ganas de salir corriendo y no parar hasta que todo esto pase. O hasta que en la carrera nos topemos con alguien tan salvaje como nosotras para correr juntos.
Buen fin de semana. Nos vemos pronto por La Macedonia.
Fotos: Via Mariola on Pinterest
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